viernes, 7 de octubre de 2011

Gadgets, lobos con piel de oveja. (5)

Indignados del Mundo, Uníos. (5)
Gadgets: Lobo digital con piel de oveja.
¿La era de la información, inútil?
¿Indignados, sin programa?
Decálogo de Solución.
Innovación Jobs, ausente de crítica.
Consumo compulsivo: Arma letal.
Testimonos: Blog. Un futuro, para el mundo.
Por Cipriano Barreto Mendoza.
La mayor crítica, que se hace a los indignados del mundo, es que no han sabido comunicar sus objetivos y propósitos para tener un futuro, con futuro.
Pese a contar en los campamentos, con muchos de los gadgets de moda, hasta ahora no tenemos, una alternativa a la crisis mundial.
Parte de la razón, es que “en la era de la información y de la comunicación”, el 99% es simple parloteo. Puro Bla, Bla, que desinforma e incomunica. PERO.
Que tiene un costo, agregado, para los indignados.
En el comentario anterior, decía que un recién nacido, ya no llega con su torta bajo el brazo.
Llega con el recibo o la factura de los gadgets que utilizará (improductivamente) durante su vida.
Como los impuestos y la deuda, el costo de los gadgets de moda, merman los ingresos, aún sin contar con ellos.
De hecho, junto con la deuda y/o formando parte de ella, el recién nacido, llega con los costos de su afiliación, obligada, “a la era de la información digital”.
La indignación del 99%, contra el 1%, es real pero, aunque las pancartas que portan son muy representativas de sus protestas y reclamos, no hay una consistencia programática en las mismas.
En México, hemos tenido, tres o cuatro décadas, de reformas políticas “positivas” que sólo han servido para “maiciar” y “chamaquear” a los sectores “liberales”.
Desde el movimiento estudiantil del 68, se han aprobado reformas políticas liberales, para imponer reformas económicas neoliberales.
Las reformas políticas “positivas” en realidad sirvieron como cortina de humo para implantar reformas económicas sanguijuela, que demolieron el exiguo Estado de Bienestar, que se iniciaba en los países “emergentes”.
El oscurantismo del siglo XXI, está impulsado en buena parte, por los gadgets.
La era de la información, en realidad, desinforma, como está ocurriendo, con la desaparición física de Steve Jobs.
El 99% de las noticias, versan sobre la genialidad innovadora del fundador de Apple, en lo que estamos de acuerdo, pero que no tratan sobre el consumismo extractor de rentas, que ha generado.
De hecho, Apple y sus gadgets, son el grillete y los eslabones de una cadena consumista y depredadora.
Esta atadura “invisible”, porque no se quiere ver, es una de tantas cadenas que la tecnología en manos privadas y monopólicas, ha conducido al desempleo mundial y a la pérdida de ingresos de una mayoría creciente.
En “el Fin del empleo”, denuncio a la creciente programación computarizada que, ha generado este desempleo masivo a nivel mundial.
Esto, pese a que más de la mitad de la población mundial, carece de lo más indispensable.
Carece de lo básico, como el alimento, pero cuenta con un celular para solicitar ayuda, que no llega porque los recursos están destinados a fabricar más celulares, para que los nuevos marginados puedan pedir ayuda.
Este círculo vicioso, es consecuencia, NO de las mentes innovadoras.
Sino del consumismo compulsivo, impuesto por el grito de guerra del capitalismo salvaje:
La obtención de “la máxima ganancia con la mínima inversión”
Esta es la tragedia: Contamos con gadgets pero no con lo más elemental, como la comida y el agua potable. PERO.
Volvamos al propósito inicial de plantear un programa de reformas económicas.
Decálogo Mundial Básico, de los Indignados:
1.- Frenar y revertir la concentración del ingreso y la riqueza.
2.- Salario Mínimo Mundial para frenar la inmigración y la explotación entre países “ricos” y “emergentes”.
3.- Reducción de la Jornada de trabajo, a la mitad pero con SMM.
4.- Revisión de los TLC´s, pues reducen aranceles, pero agregan 4 costos: Aduanal, Transporte, Financiamiento y Seguro.
5.- Inflaciones reales. Ya no maquilladas, para justificar salario de hambre y/o “aumentos” al mismo.
6.- Eliminar la BUM y sustituirla por una Banca Humana, Ecológica y Sustentable (BHES) que termine con los paraísos fiscales y el lavado del dinero.
7.- Tasa Tobin a las transferencias internacionales de capitales, para limitar la especulación financiera.
8.- Seguridad Social Universal: Seguro médico, invalidez, de vida, desempleo y pensión. Propuesta Levy, en México.
9.- Fortalecer y alcanzar un Estado de Bienestar Universal. Y.
10.- No gozar de lo superfluo, mientras alguien carezca de lo necesario.
Este decálogo, puede estar abierto a medidas específicas, nacionales y regionales, pero en lo general, sería un buen comienzo para establecer unos cimientos programáticos de los Indignados del Mundo.
Por cierto, parte de la desinformación que nos atrapa, está en considerar que el 99% sufre la opresión consumista del 1%.
No es así.
Este 1%, necesita de una corte que administre, su reinado consumista y que recoja las rentas expropiadas.
También requiere de consumidores, que pueden ser muy pocos, pero con un altísimo Poder de Compra. Pero.
Debería ser todo mundo, pero con un ingreso suficiente. Pero.
Esta idea simple, nada genial, no se le ocurre a las mentes privilegiadas.
Tampoco, existe la conciencia ecológica de limitar el crecimiento. ¡Ojo!
No estoy proponiendo que se acabe con la investigación, ni la innovación digital.
Por el contrario. Abogo por el desarrollo creciente del conocimiento en todos los órdenes. Pero.
Sin un consumo compulsivo que dañe al ser humano, al planeta y al desarrollo sustentable.
Aunque, esto es una falsedad.
Toda actividad humana, tiene sus costos sobre el medio ambiente y en la continuidad de la vida pensante.
Por ello. Poner un límite al crecimiento debe ser una prioridad, DESPUÉS de frenar y revertir la concentración de la riqueza en el 1%.
El consumo por el consumo mismo, para buscar una ganancia económica, debe terminar.
No sólo esto. Hay que poner fin, al consumo compulsivo.
DEBEMOS MARCAR LIÍMITES AL CRECIMIENTO, NO AL DESARROLLO.
Esto último, puede ser ilimitado y aquí caben las genialidades indiscutibles de Steve Jobs y de su creación Apple.
Debemos tomar en cuenta en el Decálogo anterior, que estamos ocupando un planeta finito y que el consumo irreflexivo y expansivo, nos puede conducir a nuestra extinción, como especie pensante.
Esta posibilidad no es remota.
Cada día está más presente.
Aunque no lo quisiéramos creer.
La explosión innovadora de Jobs, seguía ese camino. Y.
Apple, era y es, un arma de destrucción masiva, digital.
Una especie, de Dron.
No por su genialidad. No por la innovación.
Por el consumo violento, en busca de la ganancia insultante y excluyente, del 99%.
Los gadgets, son el lobo digital, cubierto con la piel de oveja.
¡Perdón, por romper la burbuja acrítica!

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