martes, 25 de octubre de 2011

El que a hierro mata, a hierro muere. (14) Indignados del mundo, Uníos.

El que a hierro mata, a hierro muere. (14) Indignados del mundo, Uníos.
Baby Bush y Gaddafi.
Testimonos: Blog. Un futuro, con futuro, para el Mundo.
Por Cipriano Barreto Mendoza.
La sentencia bíblica de: El que a hierro mata, a hierro muere, sólo se cumple para el 99%.
No, para el 1%.
Particularmente si, se fue Presidente de la Potencia de los Drones.
Mientras que el dictador Muamar Gaddafi, yace junto a su hijo y su ministro de Defensa, en el piso de un mercado; el ex presidente Baby Bush, contempla la Serie Mundial de Beisbol, en un palco de un estadio.
A Baby Bush, no se le puede llamar dictador, porque fue electo dos veces por su pueblo, y sólo estuvo 8 años en el Poder; mientras que Gaddafi, permaneció 42 años. Sin embargo.
El dos veces electo, (la primera con bastantes dudas y la segunda, clara y sin mayor polémica) fue el responsable directo de invadir Irak, con el pretexto de que Hussein, contaba con armas de destrucción masiva.
Armas que no existían, pero suponiendo que así hubiera sido, ¿qué derecho tiene EUA, en decidir quién o quiénes pueden tener o no, tal o cual cosa?
El “derecho” se lo ha dado el propio poderío nuclear y financiero, del 1% de Wall Street.
Al extremo de que durante 200 años, ha impuesto su genocida voluntad, que ha costado millones de muertos en todo el mundo.
Para causar todas estas víctimas, en más de 200 años, el neo Imperio, se ha trasladado más allá del Atlántico y el Pacífico, pero aquí, en “el continente de la esperanza” no ha cantado mal las rancheras.
Sin cruzar océanos de Este a Oeste, le ha bastado desplazarse de Norte a Sur, para invadir con sus ejércitos propios y alquilados, a los países de América Latina y el Caribe (ALyC).
Hace 60 años, con la Guerra Sucia anti comunista y hoy con la Guerra antidrogas y anti terrorista, tiene en constante desestabilización y zozobra a nuestros pueblos.
El pensamiento bolivariano, no ha fructificado, por las divisiones grupales, magnificadas por la oligarquía del 1% criollo.
Hay que decir, por honestidad intelectual, que Baby Bush, dejó descansar al continente de sus agresiones de lesa humanidad, salvo a Colombia y México, con la lucha antidrogas, pero porque se lanzó sobre Afganistán, Pakistán e Irak.
En este último, la invasión fue pretextada por la tragedia del 11 de septiembre del 2001, en Nueva York.
Buscando el control de los mantos energéticos del Medio Oriente, WS-EUA se valió de las víctimas del 11/9 de las Torres Gemelas, para invadir y despedazar al pueblo y gobierno iraquí.
El saldo, en víctimas civiles, se eleva al medio millón y los daños materiales en miles de millones de dólares.
Pero este criminal y genocida, no es un dictador, porque tomó la decisión de invadir y asesinar a pobladores civiles, con el consentimiento y aprobación de su Congreso, de los medios y de buena parte del 99% de su país.
Por este consentimiento y aprobación, este criminal de guerra, puede asistir al palco, en un estadio de su propiedad a disfrutar del juego de sus Rangers de Texas, no sólo en el sentido de ser partidario, sino como dueño y propietario del equipo.
Las riquezas petroleras ajenas, le permiten esos pequeños lujos.
Libertades económicas que tiene el 1%, a costa de las oportunidades para el 99%. PERO.
No hay abucheos, ni pancartas, de los indignados compatriotas.
Ya no, por la muerte de medio millón de civiles inocentes de Irak.
Cuando menos, por la muerte de 7 mil soldados de EUA.
Pero no.
Baby Bush, el criminal de guerra, fue exonerado por buena parte, del 99% de sus compatriotas y puede disfrutar del beisbol sin ningún cargo de conciencia, por el genocidio de medio millón en Irak.
Si le cabe algún remordimiento, será en el caso de NO ganar la Serie Mundial de beisbol.
En cambio, el ex dictador libio, yace en el piso, para ser objeto del morbo y el sadismo de un pueblo manipulado antes y después, de que naciera Gaddafi. Y.
Un mundo, que será manipulado, antes y después, de su ejecución “en caliente”.
Ya no por Baby Bush, sino por su sucesor Obama y por una OTAN sicaria.
Lo dicho.
A la sentencia de que “el que a hierro mata, a hierro muere” debemos añadirle:
“A menos que se apellide Bush”. O.
¿Obama?

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