sábado, 17 de septiembre de 2011

Miles de aviones, derrumbando economías.

Miles de aviones derrumbando economías.
Consenso de Washington. Neoliberalismo.
Fuga de empresas. Chantaje, para no hacerlo.
Inicio de pauperización en EUA.
Demolición de Torres Gemelas: Gota, que derramó el vaso.
Zona Cero: El mundo entero. México, conejillo de Indias.
Impacto del 11 de septiembre, en México y el Mundo.
En es la hora de opinar. Leo Zuckermann e invitados.
Testimonos: Blog. Un futuro, con futuro, para México.
Por Cipriano Barreto Mendoza.
Leo Zuckermann e invitados, en Es la hora de opinar, han comentado el impacto del 11 de septiembre, en México y el Mundo.
Héctor Aguilar Camín, fue el único que reclamó que se hable sólo de las casi 3 mil víctimas directas de la tragedia y se calle los 6 mil soldados intervencionistas en Afganistán e Irak. Y.
Los 150 mil victimados por los invasores, en los dos países mártires.
Esta cifra es muy menor, a la que mencionan otras fuentes, que pasan del medio millón, al millón en cada una de las naciones agredidas.
Leo Zuckermann, resume molesto, que los terroristas lograron su objetivo de debilitar a los EUA, diez años después del atentado.
En lo personal, creó que desde el momento que Wall Street, envió sus empresas de alto valor agregado y por tanto, de altos salarios, hacia países con salarios 10 veces más bajos y materias-servicios casi regalados, la caída de EUA, estaba más que anunciada.
Esto ocurrió hace 40-50 años.
De hecho, desde hace 4-5 décadas, en cámara lenta, se ha dado una pauperización de EUA, por la fuga de empresas de todo tipo hacia paraísos: Laborales, fiscales, regulatorios y ambientales.
El 11 de septiembre de 2001, fue la gota que derramó el vaso.
No el inicio de la Crisis mundial.
La causa del descenso de EUA, no fue el impacto de aviones sobre las Torres neoyorquinas, sino la desmedida ambición del capitalismo sanguijuela.
En busca de “la máxima ganancia con la mínima inversión”, la plutocracia restó empleos de alta calidad a sus compatriotas, desde los 60´s. Y.
Los sustituyó, con trabajos formales pero sin prestaciones, informales y “basura”.
Al mismo tiempo, con el Consenso de Washington (80´s), se satanizó al Estado de Bienestar, se demonizó al sindicalismo y los salarios “generosos” fueron desapareciendo, por la inflación “maquillada”.
Con la desaparición de la URSS, la privatización de ganancias se disparó, arrebatando prestaciones y logros laborales y asistenciales.
Los salarios fueron bajando por el chantaje de las pocas empresas que seguían en EUA.
“Reducción de impuestos y nula regulación estatal, o nos vamos”. ¡Amenazaban!
Este chantaje, fue el grito de guerra del neoliberalismo.
La globalización y la mejora en las comunicaciones comerciales, permitían que una empresa presionara con llevarse sus “inversiones” a otro lado, si no las favorecían con sus exigencias de todo tipo: salariales, impositivas, ambientales, regulatorias, etc.
EUA, entró en una espiral descendente, de crisis y recuperaciones.
Japón, que se benefició con la fuga de transnacionales, parecía que competiría con EUA pero sus grandes empresas TAMBIÉN siguieron el ejemplo de Wall Street y durante 20 años está en un estancamiento, que no se ha trasladado a su sociedad.
Pese a la recesión, los japoneses siguen disfrutando de un Índice de Desarrollo Humano, envidiable.
Los forbistas nipones, prefirieron ser desplazados de la lista, para repartir mejor la riqueza entre sus compatriotas.
Este gesto de solidaridad, no se ha dado en EUA.
Por el contrario.
Para que no se notara la pobreza creciente de la clase media, se repartieron plásticos, que detonaron el consumo, pero también el endeudamiento, y la burbuja inmobiliaria y financiera no se hizo esperar.
En “es la hora de opinar”, se menciona el superávit que dejó Clinton, pero que era y fue, producto precisamente del fraude inmobiliario y financiero.
Clinton fue, el que permitió que la banca de depósito se convirtiera también en banca de inversión y con ello el ahorro público, en lugar de destinarse al desarrollo, se volcó a la especulación y al saqueo.
El saldo del Consenso de Washington, fue la extrema concentración de la riqueza y el ingreso en el 1%, según Stiglitz, de los estadounidenses.
El impacto del 11 de septiembre de 2001, en México fue anticipadamente anunciado pues, antes que en EUA, las crisis de: Deuda, bancaria, precios del petróleo, monetaria, devaluatorias y de rescates bancarios fueron experimentados, aquí.
México, Argentina y Brasil, fueron los conejillos de Indias de los 80´s (30-40 años antes que 9/11).
De hecho, la burbuja de los plásticos no estalló en EUA antes, porque los recursos de ALyC, han impedido el hundimiento anticipado, del Imperio.
México y el mundo, han sido impactados en su economía y desarrollo, no por el 11 de septiembre de 2001, sino por el Consenso de Washington.
El neoliberalismo y la globalización de la consigna del capitalismo sanguijuela de:
“Obtener la máxima ganancia, con la mínima inversión”.
Equivalen a miles de aviones comerciales, estrellándose en las economías de países pobres y ricos, religiosos y ateos, de izquierda y derecha, blancos y de color.
Por supuesto.
Son los pobres y marginados: 6 mil millones de seres humanos, los más victimizados.
Sólo el 1%, pueden tener una segunda oportunidad.
El resto. Si no enfrenta, al latifundismo financiero, y abre miles de millones de oportunidades, estará cavando su propia tumba.
La Zona Cero, puede ser el mundo entero.

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